3,2,1… Abres los ojos y es lunes. ¿Qué es lo primero que haces luego de apagar el despertador? Revisas WhatsApp, emails, tus redes sociales, las tareas del día, noticias -no tan motivadoras- de tu diario de confianza, y un sinfín de información. Luego de unos 20 minutos o incluso media hora, ¡corre que no llegas a tiempo! Comienza la cascada de adrenalina en tu cuerpo, y el cortisol -la hormona del estrés- entiende que es hora de actuar… ¡BAM! Comienza otro día horrible de rutina.
Los lunes no son los responsables de nuestros males, incluso, te tengo una buena noticia: los lunes no son más que otro día de la semana, y la “rutina” no es más que la suma de nuestros hábitos, que, de ser buenos hábitos, no haríamos del día a día un ciclo estresante.
Esta vez te traemos una lista de hábitos personales desde el punto de vista de reconstruir tu vida a partir de tu día a día. Ten preparado lápiz y papel, que ¡hoy mismo comenzamos!
Qué es un buen hábito
A gran escala podemos definir un hábito como una actividad que hacemos a diario en piloto automático.
Todos tenemos hábitos, así los hayamos creado inconscientemente. De hecho tus hábitos no son únicamente las rutinas físicas, como la de un lunes por la mañana, sino también aquellas rutas mentales, como la forma en la que tomas una decisión, reaccionas ante un problema o alegría, e incluso, cómo te expresas al hablar.
Pero, ¿qué es lo que hace que un hábito se considere bueno? Pues que sea una actividad que día a día te alinea con tus objetivos o metas, sea a largo o corto plazo. ¿Cómo sabes si está ayudando? Primero debes tener claro qué quieres, cuáles son tus metas personales, quién quieres ser, y qué granito de arena -hábito- puede acercarte a ello.
Un buen hábito personal es aquel que además de mejorar tu calidad de vida también te impulsa en tu desarrollo personal.
El poder de los hábitos
Podemos considerar a los hábitos como herramientas que nos ayudan a automatizar el progreso, hacerlo exponencial; sea positivo o negativo, son importantes motores de nuestro estilo de vida y desarrollo personal.
¿Por qué es exponencial? Tomemos como ejemplo el hábito de leer a diario. En el día a día nos servirá como hobby o distracción, pero a largo plazo puede ser un hábito que forme nuestras circunstancias de vida, dependiendo del contenido que leamos. Si dedicas tu lectura a libros de finanzas personales, es mucho más probable que por el simple hábito de leer, y aplicar luego en tu vida, alcances la libertad financiera. Y como dicen por allí, algo bueno solo puede traer más cosas buenas.
Si por otro lado, tienes el hábito de beber alcohol cada vez que te sientes mal con alguna situación en tu vida, muy probablemente el progreso se dirija al alcoholismo, en lugar de superar esos escenarios.
Su poder radica en que, en algún punto, se vuelven actividades automáticas diarias. Tú decides si te suma o te resta.
Cómo identificar tus hábitos personales
Nuestra vida actual es el reflejo de nuestros hábitos. Antes de querer tener mejores hábitos, debemos identificar los que ya tenemos instalados. Un ejercicio fácil y rápido para hacerlo es preguntarte:
- ¿En qué punto estás en tu vida? Trabajo, habilidades, educación, relaciones interpersonales.
- ¿De qué te sientes orgulloso de haber logrado? ¿Cómo llegaste a ello?
- ¿Qué haces normalmente al despertar? ¿Por la tarde? ¿Antes de acostarte? Describe cada momento del día.
- Si pudieras cambiar una cosa de ti ¿cuál sería?
- ¿Cómo describirías tu personalidad? ¿Qué pequeñas cosas la construyen? Cosas buenas y no tan buenas.
Aprovecha de anotar las respuestas en un papel o bloc de notas. Más adelante te serán de ayuda en el ejercicio práctico de cómo construir hábitos personales.
La gran mayoría de las personas excusa los resultados de su vida por su “personalidad” o “destino”. No hay nada más alejado de la realidad en tema de hábitos. Aunque ya estén instalados en nuestro cerebro, siguen siendo conexiones neuronales, no nuestro destino.
Ciclo de un hábito
Para entender e identificar un hábito, y más importante, cómo cambiarlo, primero que nada debemos repasar el ciclo básico de un hábito, sea este bueno o malo.
- Disparador: Es el click que activa el piloto automático, lleva consigo y se alimenta del deseo. Ejemplo: Recibí una mala noticia, deseo sentirme bien. La mala noticia es el disparador.
- Rutina: Es la acción del hábito, lo que sucede en automático. Ejemplo: Para sentirme mejor como algo dulce, como una galleta.
- Recompensa: Se basa en esa respuesta que busca el deseo. Principalmente, una respuesta química en el cerebro de liberación de hormonas. Ejemplo: El azúcar químicamente libera endorfinas, la hormona de la felicidad, por lo que al comer el dulce, obtuve lo que quería, sentirme mejor.
En nuestro artículo de cómo crear hábitos saludables, encontrarás una explicación más exhaustiva de cada paso.
Un libro que me gusta recomendar para entenderlo en detalle, es el de Charles Duhigg: The Power of Habits, “El poder de los hábitos” en español. Te dejo un vídeo resumen, te ayudará mucho verlo antes de continuar con el ejercicio:
Ejemplos de buenos hábitos personales
Como hablamos de que existen los “hábitos mentales”, además del típico tipo de hábitos físicos, me gustaría darte ejemplos que mejoren tu calidad de vida y te ayuden en tu crecimiento personal, desde adentro -pensamientos-, hasta afuera -rutinas físicas-. Te dejo 10 ejemplos de hábitos buenos y cómo puedes aplicarlos:
- Controla tus reacciones emocionales: cuando algo o alguien te enfade, prueba respirar tres veces antes de responder; si te enoja un mensaje de texto, no lo respondas hasta que tu actitud cambie; piensa cómo te sentirías si te dijeran a ti lo que estás a punto de comunicar; no aceptes una oferta laboral al momento de ser propuesta, piénsalo mínimo unos tres días.
- Aprende algo nuevo todos los días: lee artículos de valor; curiosea las charlas TED; escucha podcasts. Entra a nuestro brainfood y escoge un ítem distinto a diario, todo el contenido está enfocado en mejorar tu vida.
- Socializa: mantente en contacto con personas que agradeces tener; haz un detox de tus redes sociales y quédate con los usuarios que te aporten valor; participa en grupos que te sumen.
Existe algo muy poderoso en los grupos y experiencias compartidas a la hora de querer construir un hábito - Charles Duhigg.
- Medita: ten una app de meditación; practica journaling; prueba la meditación en movimiento, como el yoga. La mañana es el mejor momento del día para meditar.
- Planifica: anota en la noche las tareas del día siguiente; ten hábitos financieros, como una tabla de excel donde tengas tus finanzas personales (gastos fijos, imprevistos, ingresos y ahorro); alinea tus tareas con las metas prioritarias.
- Disminuye el consumo de azúcar refinada: prueba consumir el café, té y jugos, sin azúcar añadida; no incluyas golosinas en tu lista de compras (si no las tienes no las comes); comienza por disminuir el consumo a 5 días a la semana, luego 3, luego 1.
- Disminuye el tiempo en pantalla o screen time: enciende el celular una hora luego de depsertarte; monitorea los minutos y horas que pasas en redes sociales; desactiva las notificaciones.
- Haz ejercicio: mueve el cuerpo al menos 15 minutos al día; ten un ejercicio de hobby, como correr.
- Sé ordenado, y cuida tu higiene: ten hábitos de higiene personal como cepillarte a diario, bañarte, cambiar las sábanas semanalmente; haz la cama diariamente, esto te dará una pequeña victoria apenas te despiertas; ordena tu escritorio de trabajo, esto te ayuda a concentrarte.
- Bebe agua al despertar: tomar al menos 500 ml de agua natural al despertar te puede dar la misma energía del café matutino.
Cómo cambiar malos hábitos
Un mal hábito es todo aquel que te aleja de tu meta, o misión personal, y te perjudica a largo o corto plazo.
Algo clave en este paso es saber que los malos hábitos no se eliminan, la mejor forma para cambiarlos es sustituirlos por uno bueno.
Retomemos el ejemplo del ciclo. Para cambiar el hábito de comer dulce cuando quiero sentirme mejor, debo sustituirlo por otro hábito más saludable. En el paso del deseo es donde tendremos la mayor fuerza de voluntad. Cada vez que sintamos ganas de comer un dulce, comeremos en cambio un snack saludable que nos agrade. No cedemos al deseo, y cambiamos la rutina por algo más saludable.
Por su parte, sea bueno o malo el hábito, las hormonas de recompensa seguirán existiendo, así no sean las endorfinas sino otras. Incluso pueden manifestarse en un estado emocional (sentirte feliz, amado, divertido, vivo, etc.). Queda en nosotros premiarnos por acciones y pensamientos que nos beneficien en nuestro crecimiento personal; esa es la premisa: Que sume, y no reste.
Para modificar un hábito, primero debes decidir cambiarlo, y si llegaste hasta aquí me gusta pensar que probablemente ya lo decidiste ¡así que vamos a ello! ;)
Ejercicio para construir hábitos saludables
Uno de los riesgos que puede existir al comenzar a cambiar tus hábitos, es el de ver tantas opciones que te quedas paralizado simplemente por no saber por dónde comenzar. Por lo que haremos de esto algo práctico y puntual, tómate al menos media hora y terminaremos el ejercicio cambiando un hábito malo y obteniendo dos buenos.
Pasos:
- Toma la hoja o bloc donde anotaste las respuestas a las preguntas de la sección “Cómo identificar tus hábitos personales”.
- Haz una lista de hábitos buenos, y otra de los malos, que lograste identificar. Tip: Los buenos los puedes sacar de las preguntas N° 1, 2, 3 y 5, y los malos de las N° 1, 3, 4 y 5.
- Esquematiza tus metas a corto (hasta 6 meses) y largo plazo (+1 año). Esto incluye no solo qué quieres hacer, sino quién quieres ser.
- Haz un match entre los hábitos buenos que te ayudarían a alcanzar tus metas y los malos que pueden desviarte del camino.
- Escoge 1 hábito bueno que se corresponda a tus objetivos, y 1 malo que te aleje.
- Identifica el ciclo de cada uno: su disparador, rutina y recompensa (no la hormona, sino el sentimiento: feliz, tranquilo, amado, etc.).
Tip: Para identificar el disparador funciona separarlo por categorías, preguntándote:
- Ahora que sabes el ciclo de cada uno, estudia qué hábito bueno puede sustituir al malo. Podrías fijarte en los ejemplos de hábitos que ya vimos. Sin embargo, el determinar qué tipo de hábitos necesitas es un recorrido muy personal, sólo tú sabes que está alineado a tu estilo de vida ideal.
Una vez obtenidos tus dos hábitos buenos, el nuevo que sustituyó al malo, y el viejo que ya tenías, trabaja día a día en ellos. La mejor forma de comenzar es con pasos de bebé, y 2 es un buen número para hacerlo.
Confío en que si compartimos y hablamos más de nuestro cambio de punto de vista, nuestro cambio de vida, será la gran mayoría de las personas los que trabajemos por tener mejores hábitos; lo que sin duda, dejará una huella positiva en el mundo.
Cada acción que realices es un voto por el tipo de persona en el que te quieres convertir - James Clear.