¿Podrías listar puntualmente las noticias, personas, objetos, y pensamientos con los que estás en contacto en un día promedio? Estamos acostumbrados a llevar el día a día en piloto automático, sin detallar el gran consumo de información que tenemos, las cosas materiales que vamos sumando, y muy poco, los pensamientos y emociones que se repiten en nuestra mente.
Un momento… se supone que leeremos sobre el estilo de vida minimalista, habitaciones ordenadas, limpieza de pertenencias, y una vida que cabe en una maleta. Todo eso está muy genial, y admito que me encanta la idea de aplicarlo en mi vida, pero ser minimalista va mucho más allá de las pertenencias materiales. Si mezclamos los básicos de este estilo de vida, en lo físico, y en todo lo demás de tu vida, puedes sumar muchísimo más a tu crecimiento personal, y construir una forma de vida sencilla, tener menos para poder involucrar más: más aprendizaje, experiencias, relaciones constructivas, tiempo, dinero y espacio.
Sigue leyendo para que te enteres de las 6 áreas claves en un estilo de vida minimalista ¡Manos -y mente- a la obra!
Minimalismo físico
El primer paso para ser minimalista, normalmente, es el tener menos objetos físicos, o pertenencias, más organización en tus espacios, y aprender a identificar las cosas innecesarias que realmente no aporten valor a tu día a día. ¿Por qué es este el comienzo? Sencillamente se nos hace más fácil el mirar afuera antes que adentro, así que comencemos por esta área clave: el entorno físico.
Un hogar minimalista genera menos estrés, te deja más tiempo libre y es visualmente más agradable. Marie Kondo, especialista en organización, se ha encargado de instruirnos un montón en el tema. Es recomendable comenzar la limpieza por tu clóset y pertenencias, y luego, con las de tu casa.
Cómo deshacerte de cosas materiales
Lo primero que debes identificar para desprenderte de cosas innecesarias es: cuál es tu relación con las cosas materiales. Es decir, qué es lo que normalmente te lleva a guardar o comprar algo, tal vez porque es un regalo de alguien especial, o puede que tengas el hábito de comprar cada vez que te sientas de ánimos bajos. Cualquiera de las dos opciones suele tener su raíz en el apego emocional, área clave de la que hablaremos más adelante.
Eliminar pertenencias no significa tirarlas, más bien, este estilo de vida tiende a ser sostenible; véndelas, con lo que podrás recuperar parte del dinero invertido, o donarlas a alguien que las necesite, tender una mano siempre traerá beneficios en tu desarrollo personal.
El primer paso es preguntarte con cada objeto que evalúes:
- ¿Lo necesito?
- ¿Lo he utilizado en los últimos 6 meses o año?
- ¿Qué aporta en mi vida?
Si la respuesta fue negativa, y no aporta ningún valor agregado a tu vida, deshazte de él. Si aún estás considerándolo, podrías aplicar la técnica que recomienda Marie Kondo: «¿Este objeto aún me provoca alegría?». Esto ayuda no solo a identificar si nos aporta de forma positiva, sino también a valorar aún más lo que tenemos.
La pregunta del millón, ¿cómo hago para desechar un regalo? Tal vez te ayudaría pensar que los recuerdos están en la persona, y no en el objeto.
Minimalismo digital
Gran parte de nuestro día lo pasamos inmersos en nuestros aparatos tecnológicos. Esto lleva consigo no sólo una acumulación de dispositivos, sino también, una gran cantidad de información que consumimos a diario, la cual a veces, puede estar causando estrés. Somos lo que consumimos, tanto en comida como en consumo de información: noticias, fotos, artículos, publicaciones en redes sociales... En fin, todo tipo de contenido digital (esto incluye también el Netflix).
Te dejo un punto de vista interesante de lo que sería el Marie Kondo digital:
Redes sociales:
- Indaga cuánto tiempo en pantalla, o screen time, pasas en tu celular y en cada plataforma social. Establece la meta de reducir cierta cantidad de minutos u horas semanalmente, según sea tu promedio. Te aseguro y te sentirás mucho más ligero.
- Haz una detoxificación de redes: deja de seguir aquellos usuarios que no aportan contenido significativo a tu vida. Cada vez que una publicación te genere un sentimiento negativo, déjalo de seguir inmediatamente. Prácticalo semanalmente y explora cuentas que puedan tener contenido de tu interés.
- Desactiva las notificaciones, suelen generar una falsa sensación de urgencia.
Computadora y celular:
- Carga tus fotos a la nube, así evitas saturar el funcionamiento de tus dispositivos.
- Instala aplicaciones de limpieza, como CCleaner.
- Actualiza tu lista de contactos, «Juan el amigo de...» probablemente no ocupe un lugar prioritario en tu red de contactos.
- Digitaliza tus álbumes de fotos viejos en Google Fotos, y con tan solo un link compártelas con todos tus seres queridos.
Correo electrónico:
- Elimina los correos en spam.
- Limpia mensualmente tu bandeja de entrada.
- Desafiliate de aquellas suscripciones que no te interesan más.
Aparatos tecnológicos:
- Prueba aquellos que tienes tiempo sin utilizar, si no funcionan, deshazte de ellos, incluyendo cargadores y audífonos.
- Unifica las funciones en la menor cantidad de dispositivos posible. En lugar de tener un reproductor de música, una cámara y un celular, compra un celular que pueda cumplir todas esas funciones según tu necesidad.
Minimalismo emocional
Una persona minimalista es aquella que decide intencionalmente qué incluye en su vida, desde objetos como ya hablamos, hasta personas o ideas. Esto te ayuda a trabajar el desapego, ¿por qué? Cuando aprendemos a priorizar lo que nos beneficia de lo que no, nos volvemos más minuciosos a la hora de comprar, guardar objetos, hacer amistades y hasta buscar pareja. Por lo que despedirse de algo que solo ocupa espacio, tiempo, trabajo, emociones negativas y dinero en tu vida, se vuelve más sencillo y necesario.
La vida minimalista entiende que una relación sana con un objeto físico o persona, es aquella que se tiene por necesidad o porque genera un valor agregado a tu vida. Bien puede ser emocional, pero asegúrate de que no estés tratando de solucionar algún problema personal con la posesión o trato del mismo.
Minimalismo mental
La mente de una persona minimalista también suele tener más espacio y menos cantidad de información. Este estilo de vida sencilla te permite apartar todo el ruido de lo que no necesitas, para así, enfocarte en lo que aporte a tu crecimiento personal.
Todo comienza en la mente, por lo que conviene priorizar lo interior antes de lo exterior. ¿Recuerdas que comenzamos al revés? Ahora que entiendes el apego que se puede tener a algo físico, y te preguntaste el por qué se dificulta tanto pensar en desprenderte de cosas, y lo respondiste con el punto anterior; ahora sabemos que hay algo que facilita el proceso: atacar la raíz.
Esta filosofía de vida normalmente incluye en sus hábitos la meditación. Siéntate contigo mismo, escucha qué repiten tus pensamientos, encuentra el patrón y trabaja en una solución.
Minimalismo en tiempo
El objetivo del estilo minimalista no se enfoca en el no tener o poseer, sino en invertir sabiamente. Invertir tu tiempo, por ejemplo, siendo consciente en qué lo estás empleando, y cómo te beneficia o afecta.
Si los productos de las tiendas tuvieran una etiqueta que indique el tiempo que le vas a dedicar durante toda tu vida, lo pensarías dos veces antes de comprarlo, ¿cierto? Eso hace un minimalista al planificar sus hábitos, compras, relaciones, e incluso, sus compromisos. Una clave del estilo minimalista es aprender a decir «no» cuando es necesario hacerlo.
Medir y priorizar te dejará mucho más tiempo libre, evitará el multitasking, aumentará tu productividad y con ello, tu calidad de vida. Te recomiendo priorizar todo aquello que vaya alineado con tu misión personal, y dejar de lado lo que te desvía de ella.
Consumo minimalista
Adoptar esta forma de vida te puede ayudar a salir del círculo de consumo; que según mi punto de vista como Publicista, es irracional, y la mayor parte del tiempo, emocional y manipulado por la misma publicidad. Cuando vemos algún anuncio de un producto, inmediatamente nos surge el sentimiento de necesidad, sin deternos a pensar antes si realmente aumentará nuestra calidad de vida, o si por el contrario, la perjudica.
En este punto de la lectura sabemos que, efectivamente, menos es más. Un consejo para comprar estrictamente lo que sea necesario, es vivir bajo la ley de «entra una cosa, sale otra». Si tenemos que tirar una cosa que ya tenemos por cada nueva que sumemos, seguramente pensaremos de una forma más fría y beneficiosa las próximas compras.
Contenido para una vida minimalista
Habiendo hablado de lo importante que es la información que consumimos para la vida minimalista, te dejo una super recomendación de un documental de Netflix que, precisamente, te motiva y educa para ser minimalista. Se titula «The Minimalists», «Los Minimalistas» en español. Joshua Fields Millburn, uno de los dos protagonistas, vive al máximo esta filosofía de vida, échale un ojo al contenido que publica.
Cómo comenzar un estilo de vida minimalista
¡Llegó la parte emocionante! Te propongo tres opciones de retos para que comiences la vida minimalista que tanto te coquetea:
- 30 Días de Minimalismo: el día uno te desprendes de 1 cosa, el segundo día de 2, el tercero de 3 cosas, y así sucesivamente hasta cumplir el mes entero. Lee las instrucciones completas.
- 100 Cosas Para Vivir: atrévete a poseer máximo cien ítems personales, sin contar los objetos del hogar y baño.
- Proyecto 333: utiliza únicamente 33 piezas de vestir para cada 3 meses. Sin incluir pijama, anillo de bodas, ropa interior y de ejercicio.
Estos retos se basan específicamente en reducir tus pertenencias, escoge uno, busca un compañero que se anime a hacerlo juntos, establezcan reglas cómodas y ¡denle un giro de 180° a sus vidas! Recuerda aprovechar toda la emoción del proceso para ir cubriendo las otras 5 áreas claves, internas y personales, para vivir una experiencia más completa.
Ama a las personas y usa las cosas, porque lo contrario nunca funciona - Fields Millburn y Ryan Nicodemus.
Aunque a veces pueda sonar muy extremo, no hace falta hacerlo extraordinario para mejorar nuestros días adaptándonos a un estilo de vida minimalista. El primer paso puedes hacerlo desde tu celular, tu Instagram, o en tu próxima compra.
Acumulemos aprendizajes, historias para contar, sonrisas, y bienestar; despídete de todo lo demás de tu vida que no te sume a nivel personal. Nunca es tarde para probar una nueva forma de vida.