El mundo está lleno de nuevos conocimientos y oportunidades para nosotros, y la única forma de saber qué es lo que nos llena es atreviéndonos a probar.
La primera vez que intentamos algo, siempre genera un poco de miedo y resistencia -es normal; es desconocido para nosotros- pero una vez superada esta barrera, quizás descubres que ese algo te apasiona, te mueve y desees llevarlo un poco más allá.
Vamos a atrevernos a correr la milla extra y convertirnos en expertos de eso que tanto nos llama la atención.
Qué es ser un experto
Antes de dar el primer paso, vamos a conocer qué significa ser un experto.
Experto es todo aquél que conoce a profundidad un tema, que tiene experiencia y habilidad en él.
La mayoría de las personas piensan que ser experto implica un conocimiento netamente teórico y lo relevante de todo esto es justamente lo contrario. El experto cuenta con una gran experiencia empírica que le ha permitido poner práctica el conocimiento teórico y a través de esto es que logra, realmente, dominar el tema.
Cuánto tiempo se necesita para ser experto
Para ser expertos no hay atajos.
La fórmula del experto se compone de una dosis de conocimiento teórico, que es probada, reafirmada -o cuestionada- y mejorada a través de mucho tiempo de práctica.
Actualmente, en redes sociales, es posible que personas se presenten como expertos en una materia; sin embargo, Malcolm Gladwell, en su libro llamado “Outliers. The story of success” presenta la regla de las 10.000 horas.
Esta teoría lo que indica es que -más allá del conocimiento teórico-, se necesita alrededor de 10.000 horas de práctica para convertirte, realmente, en experto de un tema. Esto equivale a un promedio de 20 horas semanales, durante 10 años.
El autor del libro basa su teoría en varios casos de éxito, entre ellos, Mozart, quien aunque comenzó a componer a los 7 años de edad, creó sus mejores obras a partir de los 21, cuando ya había transcurrido más de una década de práctica. También, rescata el ejemplo de Los Beatles y el caso de Bill Gates, señalando los años de estudio y práctica -equivalentes a más de 10.000 horas- que precedieron al éxito de cada uno.
A partir de la obra de Gladwell, se establece un esquema ejemplo de la relación horas - experticia:
- Con 1 hora: Podemos saber lo básico.
- Con 10 horas: Tenemos una noción más amplia de los conceptos básicos.
- Con 100 horas: Se adquiere un nivel medio.
- Con 1.000 horas: Se avanza a ser un especialista.
- Con 10.000 horas: Uno puede considerarse maestro en esa habilidad.
Lo cierto es que, aunque la mayoría de las personas lo piense, no existen atajos para convertirse en expertos. La clave radica en pasión, profundidad de conocimiento y horas, muchas horas de práctica.
Pasos para ser un experto
El primer paso es encontrar un tema que nos apasione a través del cual podamos aportar valor.
En muchos casos, más que una carrera universitaria, estos temas se encuentran en aquello que hacemos sin que nadie nos pida; nuestros pasatiempos. Lo que disfrutamos hacer porque conecta con nosotros, nuestra filosofía y a través de lo cual expresamos algo.
- Encuentra un tema
Elige algo que te apasione y te genere curiosidad. Algo que sientas que puedes mantener en el tiempo.
- ¿Cómo consigo un tema?
Para conseguir un área lo suficientemente importante para dedicarle esa cantidad de tiempo y esfuerzo, te proponemos dos ejercicios:
- Si piensas en un tema que te llama mucho la atención, pero no tienes experiencia, te recomendamos hacer una especie de prototipo.
Entrevista a personas que sean expertos en esa área y que te cuenten un poco su experiencia; absorbe nuevos conocimientos teóricos sobre el tema; entiende el propósito por el cual te desempeñarías en esta área y confirma que realmente esté alineado con tus filosofías y creencias; que realmente te apasione y desees adentrarte en ello.
- Si no tienes un tema claro, piensa en los últimos 3-5 años de tu vida. Analiza a qué le has dedicado tiempo, sin que nadie te lo pida. Cuáles son tus pasatiempos, las cosas que haces por disfrute, para nutrirte. Posiblemente, ahí esté la respuesta de esas actividades que puedes mantener en el tiempo y que te interesan de forma fluida y natural.
¿Qué cosas, temas, prácticas han sido constantes y protagonistas?
- Profundiza sobre el tema
El conocimiento teórico es esencial para ejecutar una buena práctica; para permitirte reafirmar esas teorías o -por el contrario- cuestionarlas, retarlas y crear nuevos conocimientos, partiendo de tu experiencia.
Al contrario de lo que muchos piensan, no es necesario estudiar una carrera universitaria en el área para convertirse en experto. Lo que sí es importante es el esfuerzo y la constancia que le imprimas, y el sentido que le asignes.
- Aclara el porqué
Además de la pasión por el tema, a la hora de convertirte en experto es importante tener claro el porqué. Qué quieres lograr con esto, para qué quieres hacerlo.
Esta respuesta puede ser aportar valor al colectivo, satisfacer una necesidad interna, querer generar un impacto en otros, a través de esta actividad, por ejemplo.
No hay porqués buenos o malos, pero es importante tener uno que nos mantenga en movimiento cuando la adversidad y el cansancio se presenten. Una razón que trascienda y nos motive a continuar. Esta razón podría ser tu misión personal.
- Crea una estrategia
Luego de tener el qué (el tema) y el porqué (la razón final), establece el cómo. Cómo vas a alcanzar esa meta. Crea un plan de acción, lo más detallado posible, del cual puedas agarrarte cuando te sientas perdido.
- Establece plazos de tiempo
Divide ese objetivo mayor en pequeñas etapas (plan de ación) y asígnale plazos realistas.
Lleva registro de tu proceso, de los logros y los obstáculos, para entender cuál es tu manera de avanzar, qué te estimula y qué cosas te alejan de tu objetivo final. Crea hábitos alineados con tu meta final, que te permitan avanzar de forma coherente y dirigida.
- Practica
Si tienes el objetivo mayor de convertirte en experto sobre el tema, pero aún no estás en el nivel que deseas, empieza por primera vez con la mínima escala de ese objetivo final.
Si deseas ser experto en running, comienza por estudiar la técnica e implementarla en la mínima acción: correr a diario 100 metros o lo que tu nivel actual permita. Incrementa el nivel de dificultad, de acuerdo a como vayas avanzando. Exígete, sin sobrecargar. Disfruta la sensación de llegar cada vez más lejos en la práctica.
Todos los días dedícale una parte de tu tiempo a esta actividad; conócela; hazla parte de ti, conviértela en un hábito personal.
Por otro lado, Anders Ericsson enseñó cómo ser un experto a través de la práctica deliberada, específicamente a nivel profesional. Si estás trabajando en un emprendimiento, negocio o marca personal, este corto vídeo puede ayudarte:
- Ten paciencia
Evita apegarte a soluciones mágicas y tiempos irreales. Respeta tus procesos; sé tu mayor apoyo. Recuerda el camino transitado por las personas que han logrado lo que tú deseas. Admira su esfuerzo, su dedicación e inspírate en ellos. Si ellos pudieron, tú también. Disfruta cada paso y no solo el logro final.
Importancia de ser expertos
El mundo se inclina cada vez más hacia la especialización, en lugar del conocimiento general. Convertirte en experto es la única forma de surfear la ola de la tendencia actual. Sin embargo, asegúrate de elegir un tema que te guste realmente, otorgarle un porqué claro y profundo, y establecer una estrategia con lapsos de tiempo.
La práctica hace al experto. El esfuerzo y la constancia hacen al experto. Saber que es un camino a largo plazo, lejos de desanimarnos, nos podría tranquilizar. Los íconos de la música, del deporte, de la cocina y cualquier otra disciplina, no se crearon de la noche a la mañana, así que tenemos tiempo; lo importante es comenzar.
Vamos un paso a la vez, entendiendo dónde estamos hoy y caminando a diario para llegar a la meta.